OBJETIVO
Evaluar la influencia de la colocación crestal o subcrestal de implantes en la pérdida ósea periimplantaria, la cantidad de superficie rugosa expuesta y el éxito de los implantes a los 12 meses de seguimiento.
MATERIALES Y MÉTODOS
Fueron reclutados 26 pacientes con ausencia de un diente unitario en la Unidad de Cirugía Bucal de la Universitat de València. Cada paciente recibió un implante Ticare® Inhex® STD (Mozo-Grau, S.L. Valladolid, Spain) sin necesidad de procedimientos de regeneración ósea. Los pacientes fueron aleatorizados en dos grupos de tratamiento: grupo A (implantes colocados a nivel crestal) y grupo B (implantes colocados a nivel subcrestal). Las visitas de control y recogida de información fueron realizadas por un clínico entrenado en el momento de la colocación del implante, en la carga protésica y a los doce meses tras la carga. Se empleó un protocolo previamente establecido para recopilar los datos de cada paciente (sexo y edad, longitud y diámetro del implante y frecuencia de cepillado). A los 12 meses se evaluaron la pérdida ósea periimplantaria, la superficie rugosa expuesta como consecuencia de la pérdida ósea y la tasa de éxito de los implantes (criterios de Buser y cols.). Se definió el nivel de significación estadística como 5% (p=0,05).
RESULTADOS
Tres pacientes fueron excluidos por fallar a las visitas de control, por lo que la muestra final consistió en 23 pacientes, 8 hombres y 15 mujeres, con una edad media de 49,8±11,6 años (rango 28-75 años). Todos eran no fumadores, y el 85,7% reportó una frecuencia de cepillado de dos veces/día. De los 23 implantes, 10 pertenecieron al grupo A y 13 al grupo B. En el momento de colocación del implante, la posición ósea media respecto a la plataforma del implante fue de 0,0mm en el grupo A, frente a 2,16±0.88 mm en el grupo B. A los 12 meses de seguimiento, el nivel óseo medio respecto al nivel de la conexión fue de -0,06±1.11 mm y 0,95±1,50 mm, respectivamente – esto representó una pérdida ósea de -0,06±1,11 mm en el grupo A y de 1,22±1,06 mm en el grupo B (p=0.014). Cuatro implantes del grupo A y 5 del grupo B presentaron niveles de hueso por debajo de la plataforma, dejando una superficie rugosa expuesta media de 1,13 mm (rango 0,65 – 2 mm) y 0,57mm (rango 0,25 – 1,05 mm) respectivamente. La tasa de éxito a los 12 meses de seguimiento fue del 100% en ambos grupos.
CONCLUSIÓN
Dentro de sus limitaciones este estudio encontró una pérdida ósea periimplantaria significativamente mayor en los implantes subcrestales a los 12 meses de la carga. Sin embargo, cuando el nivel óseo se redujo por debajo de la plataforma los implantes colocados en posición crestal presentaron una mayor cantidad de superficie rugosa expuesta. Son necesarios estudios con muestras más amplias y tiempos de seguimiento más largos para comprobar estos resultados y para estudiar el efecto que la superficie rugosa expuesta podría tener sobre la salud periimplantaria a largo plazo.